Gestor Energético

¿Que es un Gestor Energético?

El gestor energético es el agente de una empresa que se encarga de la supervisión del edificio, industria, o municipio. La norma UNE - EN 16001 marca los requisitos de un sistema de Gestión Energética Normalizado.

De igual forma que ocurre con los servicios de contabilidad o asistencia legal, cada vez más empresas deciden confiar en una empresa externa para realizar estas labores. Esto es debido a los conocimientos específicos y a la formación especializada que se requiere para la correcta realización de esta labor.

Según la Directiva 2006/32/CE una ESE es “una persona física o jurídica que proporciona servicios energéticos o de mejora de la eficiencia energética en las instalaciones o locales de un usuario y afronta cierto grado de riesgo económico al hacerlo”. El pago de los servicios prestados se basará (en parte o totalmente) en la obtención de mejoras de la eficiencia energética y en el cumplimiento de los demás requisitos de rendimiento convenidos.

¿A quién va dirigido un Gestor Energético?

La figura del gestor energético está dirigida a aquellas empresas que, independientemente de su tamaño o actividad, deseen mejorar la eficiencia energética de sus procesos de forma continuada y sistemática, incrementar el empleo de de energías renovables, o aprovechar sus excedentes y reintroducirlos en el ciclo productivo.

¿Qué beneficios aporta un Gestor Energético?

Mediante la implantación de un sistema de Gestión Energética se consigue la reducción de los gastos en energía, la mejora de la eficiencia energética, y la reducción de los gastos financieros asociados. A la vez reducen las emisiones de agentes contaminantes y de gases causantes de efecto invernadero, demostrando un compromiso social y medio ambiental por la empresa.

¿Cuáles son las tareas de un Gestor Energético?

Todos los trabajos de la ESE están encaminados al ahorro y la eficiencia energética, ya que de ellos provienen sus beneficios.

A grandes rasgos los trabajos a realizar por la empresa son:

• Negociar las tarifas de los suministros energéticos.
• Realizar las inversiones necesarias para la renovación tecnológica de los equipos, justificando su sustitución en función de la eficiencia, el ahorro y la rentabilidad.
• Mantener las instalaciones de forma adecuada para garantizar los ahorro previstos.
• Asesorar en materia de ayudas y subvenciones.